aranas
bio
latrodectus

BIOLOGÍA


Las arañas son un grupo de animales antiguo, teniendo sus orígenes en el Devónico medio o Carbonífero de la era Paleozoica (aprox. 380-374 millones de años); siendo un grupo que ha tenido gran éxito evolutivo, lo cual les ha permitido la colonización de diversos hábitats y microhabitats. Como la mayoría de los arácnidos, las arañas son depredadores activos, alimentándose principalmente de insectos y pequeños vertebrados como lagartijas, pequeñas serpientes, y hasta aves y ratones dependiendo del tamaño. El tamaño de las arañas va desde menos de un milímetro hasta arañas de hasta 10 cm de longitud del cuerpo y que con las patas extendidas llegan a tener una envergadura de hasta 25 cm, tal es el caso de Theraphosa blondi en Sudamérica o algunas otras especies de la familia Sparassidae, Lycosidae o Ctenidae, donde los adultos llegan a alcanzan tamaños considerables. El ciclo de vida de las arañas varía dependiendo del grupo, hay algunas que viven unos cuantos meses y que mueren prácticamente después de la cópula como en el caso de algunos machos, hasta especies que llegan a vivir por más de 20 años, como por ejemplo el de las tarántulas y en especial de las hembras, que en cautiverio como mascotas populares hoy día, incluso llegan a vivir más de 25 años.

  

De manera general, las arañas pueden se clasificadas dentro de dos grupos debido a sus hábitos, las errantes y las tejedoras. En el primer grupo se encuentra las arañas que no necesitan telarañas para depredar a sus presas, ya que son cazadoras activas principalmente durante la noche y la mayor parte del tiempo están en busca de presas potenciales para alimentarse. En el segundo grupo se encuentran las arañas tejedoras, que son aquellas que utilizan su telaraña para la captura de sus presas, esperando a que alguna presa potencial caiga dentro de la telaraña para poder alimentarse ya sea de noche o en el día. Regularmente, la telaraña de las tejedoras está conformada por dos tipos, una que es de soporte, la cual es seca y le da estabilidad a la telaraña y otra es la pegajosa, la cual cumple con la finalidad de atrapar a las presas potenciales que caigan en ella.

  

La telaraña producida por las hileras, es el rasgo más característico de las arañas, y que además de su función para la obtención de alimento, es utilizada para otras funciones tales como reproducción (cortejo, telas espermáticas y oviacos), y en la elaboración de refugios (protección durante la muda y protección para depredadores). En cuestiones reproductivas, el macho hace una tela espermática donde deposita una gota de esperma, la cual es recogida por los émbolos de los pedipalpos, los cuales asemejan un par de patas pequeñas, pero que están modificados para copular con las hembras. Posteriormente, el macho al cargar el esperma en los pedipalpos, sale en busca de hembras receptivas, dependiendo del grupo, el cortejo puede ser muy simple como movimientos de las patas sobre la telaraña de las hembras; hasta más complejos, como cortejos donde el macho mueve rítmicamente los pedipalpos o hace movimientos del opistosoma, dichos comportamientos son más comunes en arañas con buena visión, este es el caso de la familia Salticidae o Lycosidae por ejemplo. Respecto a los ovisacos, en los cuales las hembras deposita sus huevos una vez después de haber sido fecundados, estos presentan una amplia gama de forma y tamaños dependiendo del grupo de arañas. Son de manera general esféricos aunque en otros casos pueden ser aplanados o alargados, e incluso en algunas especies las hembras los llevan en los queliceros para protección o los dejan pegados en la telaraña, en el sustrato o entre la vegetación. El número total de los huevos que una araña produce es considerable, desde un huevo a 2500, y en casos extremos como por ejemplo las hembras del género Cupiennius, producen 1 500 a 2 000 huevos en su primer ovisaco.

Debido a esta gran variedad de funciones, existe un sin fin de diversos tipos de telarañas que varían dependiendo de las familias géneros y especies, incluso son muy característica para ciertos grupos, desde aquellas utilizadas a nivel de suelo como trampas, hasta aquellas más complejas que forman telarañas irregulares, en forma de domo o incluso en forma de sábana extendida. Por otra parte, las más avanzadas evolutivamente son las telas orbiculares que quizá sean las más características y conocidas del grupo, y que pueden variar en su diámetro desde unos cuantos centímetros, hasta 1.5 o 2 metros de diámetro, tal es el caso de la conocida Nephila clavipes una especie de araña tejedora común en los trópicos y subtrópicos del continente Americano.